Participar en las sesiones grupales me ha dado la posibilidad de compartir mi experiencia y escuchar la de otras personas que, como yo, tienen déficit de DAO. Eso ha hecho que me sienta, en cierta manera, “conectada” y, sobre todo, comprendida. Además me ha dado la oportunidad de aprender y poner en práctica herramientas que me han ayudado a tomar consciencia y a poner en orden y gestionar pensamientos y emociones.